El extractor de aceite Sana EUJ-702 es un ingenioso accesorio para las licuadoras horizontales de Sana. Está realizado en acero inoxidable para todas las piezas que entran en contacto con el aceite, y también en aluminio. Lo hemos intentado con un Sana EUJ-707 y se adhirió muy fácilmente al mismo collarín de cierre que la unidad licuadora.
Nuestra primera impresión fue de solidez. El extractor de aceite de Sana da la impresión de estar muy bien construido, y su montaje es sencillo. Una cosa que nos gustó es que la unidad no requiere calentamiento. Cualquier calor que se produzca está generado por la presión de las propias semillas, y aun así el aceite que sale del extractor está fresco.
Probamos con unas cuantas semillas y frutos secos. Comenzamos con linaza. El manual de instrucciones mencionaba que con la linaza se puede producir un chirrido, debido a la composición de sus cáscaras. También percibimos estos con una antigua bolsa abierta de linaza. Cuando lo intentamos con una bolsa nueva no hubo chirrido ninguno. El aceite fluía bien y tenía un gran sabor y aroma. Después probamos con pipas de girasol en cáscara. ¡Funcionaron muy bien! Gracias a su alto contenido de aceite natural, dieron los mejores resultados. Las semillas de amapola fueron sorprendentemente bien, y también fueron útiles para calentar el extractor de aceite y limpiar cualquier resto de semilla que quedara dentro. También hicimos aceite de cáñamo y, al igual que los demás, fue un proceso sencillo. También probamos con algunos frutos secos: almendras y nueces. Las almendras presentaron un mayor reto, porque es necesario cortarlas en piezas pequeñas. Intentamos picarlas con una batidora, pero el resultado fue un polvo. Lo mejor sería utilizar una máquina para triturar frutos secos, o bien un cuchillo de chef, que es lo que usamos nosotros. Una vez estuvieron adecuadamente picadas, produjeron una cantidad decente de aceite. Las nueces fueron mucho más fáciles, ya que no cuesta triturarlas (las trituramos en una bolsa de plástico y con un rodillo de cocina) y naturalmente producen mucho aceite. Por último, probamos con copos de coco secos. Descubrimos que la mejor forma de procesarlos era añadir pequeñas cantidades de agua cada vez. Fue un proceso más lento que con las semillas, pero obtuvimos una buena cantidad de aceite de coco súper fragante.
Descubrimos unos cuantos consejos que ayudaron a que las cosas funcionaran mejor. Primero, comprobamos que la calidad de las semillas y los frutos secos realmente marca una diferencia. Los materiales de mayor calidad o más frescos eran más fácil de procesar y producían más cantidad de aceite, a veces con una diferencia significativa. También se recomienda limpiar periódicamente las ranuras por donde sale el aceite, con el cepillo que viene incluido. Nos dimos cuenta de que esto hacía que el aceite fluyera mejor, porque a veces podían quedarse pequeños trozos de cáscaraatascados. Finalmente, la limpieza fue rápida y sencilla. Utilizamos agua jabonosa tibia y un cepillo. Solo tiene que asegurarse de que no entre agua en la unidad de montaje de aluminio, porque dentro lleva un soporte que no debe mojarse. De todos modos esta pieza no entra en contacto con el aceite, así que no hizo falta limpiarla.
En resumen, quedamos bastante impresionados con el extractor de aceite de Sana. No es un dispositivo para extraer cantidades enormes de aceite (como por ejemplo para cocinar). En vez de eso, lo que produce es aceite fresco prensado en frío para utilizar como saborizante o incluso con fines sanitarios. El aceite que extrajimos sabía mucho mejor incluso que los aceites “bio” de la tienda de productos saludables. Y el aroma del aceite fresco era celestial. Si quiere obtener cantidades pequeñas de aceite prensado en frío de una amplia variedad de semillas y frutos secos, recomendamos esta unidad encarecidamente.